miércoles, 28 de mayo de 2008

Brote

Un vendaval desatado de violencia,
un torbellino que se lleva con él todo.
Una tormenta espesa que no cesa,
un infierno en llamas, un cielo rojo.
Todo esto vi en tus ojos aquella tarde.
Perdón, no pude evitar sangrar por tus heridas.

jueves, 22 de mayo de 2008

Cadena Onírica

Estaba esperando ese instante, en el que se prende la luz y todas las imágenes mentales se desvanecen casi por completo, incluso de nuestra memoria. Tanto que no podemos recordar ni siquiera una idea general de lo que estábamos soñando.
En algún momento tanta belleza, tanta eternidad, tenían que desaparecer de esta retina. Y entonces sí, podría haber dicho: He vuelto.
Sin embargo, como sucede a veces en estos juegos oníricos que nos presenta la realidad,
un sueño se engancha con otro, que también es hermoso, profundo y libre. Y hace que uno, en verdad nunca despierte y tenga la certeza de que en vez de caminar, simplemente vuela.