Los pensamientos van multiplicándose en mi cabeza
como caminos que no dejan de bifurcarse, abarcándolo todo.
Consumen el aire, el espacio, agotan la energía.
Asfixian los sentimientos para que no se filtre angustia.
Y aunque me siento a sentir no logro liberarme
de estas ideotas que me tienen prisionera.
Cada vez son más y no paran. No van a parar.
Por lo menos hasta que llegue el llanto,
para poner todo de una vez en su lugar.
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1 comentario:
El consuelo de quién te conoce de cerca es: si no fueras tan oruga, no serías tan mariposa.
Te amo.
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