miércoles, 20 de febrero de 2008

Lluvia


La tarde levanta ráfagas de aire
viento fuerte que canta en mi ventana.
Trae aromas de tierra mojada,
avisa que esta por llegar.

Los árboles bailan para ella,
los pájaros cantan en su honor
y en el momento justo antes de que llegue
una extraña calma parece penetrar.

Está por llegar. Todos lo sabemos
Y yo, como los demás me preparo para ella.
Cuando llegue el agua, llegará el goce.
Cuando nos visite dos cuerpos se unirán.

Es que el mágico canto que proclama
une a las almas que se quieren encontrar.
Embriaga los corazones de los amantes.
Le gusta vernos volar.

Ella misma besa la tierra agrietada
y seca de tanto esperar.
Toca su superficie, la acaricia
para darle alivio en su ritual.

Y así, de la misma manera vos me tocás.
Dándole un respiro a este cuerpo cansado.
Me besás, me acariciás, me amás en las tardes de lluvia.
Y por ese rato, sólo en ese instante… sos mi paraguas contra la soledad.

2 comentarios:

Ofelia dijo...

LLuvia que cae y embriaga las almas. LLuvia que limpia y arrasa con lo que esta suelto. LLuvia que inunda y calma la sed de las bocas resecas.
Lluvia que se precipita sin preguntar y que se evapora va sin avisar. Como todo, como siempre...

que mas... un beso te quiere
La negra

Ma. Florencia Ricciardi dijo...

¡Graaaacias Negra! Bravo por la lluvia amazónica...
Que bueno compartir esto contigo.
Un beso enorme y bienvenida!