miércoles, 20 de febrero de 2008

Oliverio Girondo: Maestro de Metamorfosis

Quizás fue él quien me susurró al oído la palabra metamorfosis cuando leí aquella vez su "Espantapájaros". No estoy segura.

Lo que si sé con certeza, es que después de esa experiencia literaria (sin duda superior) me dije a mi misma, yo quiero volar... yo soy una mujer etérea, soy una mariposa!

"Qué delicia la de tener una mujer tan ligera..., aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Que voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes... la de pasarse las noches de un solo vuelo! Después de conocer una mujer etérea, ¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que no hay diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo? Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando."

Es que, este poeta argentino, va siempre a la médula de las cosas, penetran sus reflexiones y nos invita a sumergirnos en un mundo paralelo donde lo cotidiano, lo demasiado humano, la rutina se transforma casi en una comedia. Su estilo ácido, burlón, visceral e insolente tocan la fibra de quien lo lee invitandonos a jugar, a transmigrar, a disfrazarse... a "cortar las amarras lógicas" y a volar.

Es por eso, que el "Tío Abuelo" se ganó un lugar muy especial en mi bibloteca. Por decirme que mi contradicción es sinónimo de vida. Por invitarme a llorar a lágrima viva. Por permitirme convivir con mis múltiples personalidades. Por invitarme a nunca renunciar ni siquiera a mi derecho a renunciar. Por repugnar lo hueco invitándome a leer siempre más allá de las letras.

"No estoy./No la conozco./No quiero conocerla./ Me repugna lo hueco,/La afición al misterio,/El culto a la ceniza,/A cuanto se disgrega/Jamás he mantenido contacto con lo inerte./Si de algo he renegado es de la indiferencia./No aspiro a transmutarme,/Ni me tienta el reposo./Todavía me intrigan el absurdo, la gracia./No estoy para lo inmóvil,/Para lo inhabitado.Cuando venga a buscarme,/Díganle:"se ha mudado".

Tal vez muchos lo conozcan por "El lado Oscuro del Corazón", otros (más empapados del mundo literario) se habrán cruzado con sus poesías directamente. Pero estoy segura que algunos aún no han escuchado hablar de Oliverio. Por eso, este humilde espacio quiere acercarles un poco de este Personaje, que por lo menos a mí, me invitó a volar y me enrriqueció sin medida.

2 comentarios:

Tuky dijo...

Flora, sin palabras! Gracias por permitirnos ser parte de este mundo de fantasia y; sobre todo, por aplastar a la rutina.

Como dice nuestra amiga Pizarnik "la muchacha halla la mascara del infinito y rompe el muro la poesia".

Te dejo un beso grande!

Ma. Florencia Ricciardi dijo...

¡Graaaacias amiga poeeetaaa! Sé con certeza que ambas compartimos la admiración por nuestro tío abuelo, asique de más está hacer algún cometario al respecto.
Gracias por tus siempre bien entendidos consejos literarios y por estimularme en este camino de las letras.
¡Aleluyeo tu presencia en el blog y en mi vida! jajaja... te quieeeero!